Sabemos que los niños aprenden rápido si se les ofrece un buen incentivo e ilusión. Y que la mejor herramienta para ellos es el juego. Pero pocas veces nos planteamos… ¿cuáles son en realidad nuestras fuentes de aprendizaje desde que somos niños? ¿De quién aprendemos? ¿Cómo aprendemos?
El psiquiatra William Glasser elaboró una teoría, o más bien, una pirámide, en donde podemos observar de dónde parten nuestros conocimientos de adultos, esos que fuimos forjando desde niños. Descubre cómo aprenden los niños según la pirámide de Glasser.
La pirámide de Glasser nos dice cómo aprenden los niños
En realidad el aprendizaje nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Nunca dejamos de aprender, aunque bien es cierto que es durante la infancia cuando más conocimientos se adquieren, además de ser una etapa esencial en la formación de la personalidad.
William Glasser fue un psiquiatra estadounidense que escribió una famosa teoría sobre las elecciones que hacemos en la vida (‘La teoría de la elección’), pero además dejó escritos muy interesantes sobre sus teorías sobre el aprendizaje. Se pueden explicar con una pirámide, en donde la base representa lo que más influye en nuestro aprendizaje y la cúspide aquello que aún siendo importante, influye algo menos.
Y si nos fijamos bien en esta pirámide, nos daremos cuenta de cuáles son en realidad los ‘principales responsables’ de que aprendamos. Aquí tienes el resumen, en una escala que va desde la cúspide (lo menos relevante aunque sí es importante) hasta la base (lo más importante y lo que más influye en el aprendizaje). Esta es la teoría del psiquiatra William Glasser sobre el aprendizaje:
– Aprendemos un 10% de lo que leemos: Sí, aunque la lectura tiene infinidad de beneficios sobre el desarrollo del intelecto y la creatividad, este psiquiatra asegura que en realidad no aprendemos de lo que leemos. Al menos no tanto como nos pensamos. Eso sí, sirve para desarrollar muchas otras habilidades y facetas esenciales que están íntimamente relacionadas con el aprendizaje.
– Aprendemos un 20% de lo que oímos: El sentido del oído es esencial, pero más aún el de la escucha activa. No es lo mismo oír que escuchar.
– Aprendemos un 30% de lo que vemos: La información ‘que entra por los ojos’ es muy valiosa, y deja huella en nuestra memoria.
– Aprendemos un 50% de lo que vemos y oímos: la unión de ambos sentidos mejoran la capacidad de aprendizaje. Si el profesor además de dar la lección de forma oral, la acompaña de imágenes, a los niños les costará mucho menos asimilar los nuevos conocimientos.
– Aprendemos un 70% de lo que discutimos con otros: aprender a argumentar nos brinda una herramienta esencial en nuestro aprendizaje. Dialogar, hablar, preguntar… Debatir, enumerar y razonar defendiendo una postura y escuchando la otra, nos ayuda a adquirir nuevos conocimientos y a desarrollar el pensamiento crítico, ya que aprendemos a relacionar, comparar y extraer el contenido que nos interesa.
– Aprendemos un 80% de lo que hacemos: Aprendemos de nuestros errores. Nada más cierto que eso. Así que es esencial dejar que los niños se equivoquen. Que descubran, prueben, identifiquen, analicen… Incentiva en ellos desde pequeños la autonomía y fortalece su autoestima para que se vean tentados a investigar y adquirir nuevos conocimientos por su cuenta.
– Aprendemos un 95% de lo que enseñamos a otros: Las relaciones sociales son la base de nuestro aprendizaje. En realidad, aprendemos desde el momento en el que somos capaces de enseñar ese conocimiento a otra persona.
_________________
Julián Castiblanco
CEO Ingenieros de Marketing
Email: coach@ingenierosdemarketing.com.co
Habla con Pili, Vicente y Pablo aquí: https://wa.me/573217333276
www.ingenierosdemarketing.com.co
Mas información sobre IMK Academy aquí: https://aprendizajeconresultados.com/
Fotografía tomada de galería de: www.canva.com
También te puede interesar el siguiente artículo: